miércoles, abril 01, 2009

Demostración física

La revista Nexos de este mes (número 276, abril de 2009) publica mi breve texto crítico «El arte como nudo», sobre el libro El cuerpo de Giulia-no, del peruano Jorge Eduardo Eielson, editado por Libros Magenta.


A continuación, un párrafo:

“En el momento del amor, la palabra amor no significa nada (cualquiera puede mentir al pronunciarla), por lo tanto es necesaria una demostración física de esa palabra”. Esto en 1951 pide Jorge Eduardo Eielson (1924-2006), un hombre renacentista que escribió lírica, ensayo, narrativa y quien, como artista visual, se apropió de una variedad de vías expresivas, del performance y la instalación a la fotografía y la pintura. También trenzó nudos, exhibidos en las galerías importantes de Europa. En la conjunción del arte-objeto (hilo, color, tensión, contorno), retomando una herencia antiquísima americana, Eielson habría de simbolizar el tenor de su creación literaria y visual: el arte como un nudo, una ligadura “cuyo punto de inflexión cósmica es el Vacío”, dice Gabriel Bernal Granados, “entendido como la plenitud del ser en el olvido atemporal del yo”. Un nudo es El cuerpo de Giulia-no, y no una novela. O sí, es una novela que toma del nudo su estructura, que mezcla, tensa, recircula sus elementos y así confunde y rompe la convención novelística. Se publicó en 1971, y no sería ajena al hálito de vanguardia que distinguió a las dos décadas anteriores en la ficción europea. Más aún, El cuerpo de Giulia-no sería la continuación de la poesía de Eielson por otros medios.