Para la contraportada de su libro Para vivir el teatro (2008), Esther Seligson escribió el siguiente autorretrato:
Esther Seligson. Escorpión con ascendente en Leo. Lleva
en la sangre “la unión de lo que no puede unirse”: la turbulenta alquimia del
agua y el fuego. Connubio que ha guiado su incesante búsqueda de Conocimiento,
tanto en el magisterio en las aulas universitarias como por los senderos hacia
ciudades que desde niña configuraron su muy particular camino de Compostela,
mismo que nace en Tenochtitlan y ha pasado por Toledo, París, Brujas,
Praga, Delfos, Jerusalem, Katmandu, Lhasa, Madurai, Pondicherry, Lisboa, Beijing
y aún no satisface su sed de encuentros.
Dos pasiones: el teatro
(fuego) y la escritura (agua). Comparte ambas con sus alumnos a quienes
considera sus únicos maestros. Un amor constante, absoluto: su libertad.