domingo, diciembre 20, 2009

Tierra Adentro


El nuevo número (diciembre-marzo) de la revista Tierra Adentro trae un expediente sobre arquitectura, otro sobre Samuel Beckett, uno más sobre teatro reciente en México, otro sobre gemelos y, además de textos variados de creación (María Auxiliadora Álvarez, Alejandro Toledo, Pablo Molinet, Nadia Escalante-Andrade, entre otros), cierra con la gustada sección de crítica, Fraguas, que le incluye ensayos críticos:
* de Mariño González, sobre Julio Ramón Ribeyro, a 80 años de nacido (Ribeyro, no Mariño);
* de Silvia Peláez, sobre libros de tres dramaturgos jovenes: Martín López Brie, Hugo Alfredo Hinojosa y Jacques Bonnavent;
* de Eduardo Huchín Sosa, ensayista del sur, sobre libros de cinco narradores jóvenes del norte: Julio Pesina, Gabriela Torres Olivares, Vicente Alfonso, Jaime Romero Robledo y Cristina Rascón;
* de Irad Nieto, ensayista del norte, sobre libros de cinco narradores jóvenes del sur: Nadia Villafuerte, J.F. Castillo Baeza, Rafael Ferrer, P.E. Ferrer Franco y Luis Gámez;
* y de Francisco Alcaraz, sobre tres libros de y sobre Octavio Paz: Las palabras y los días, Un sol más vivo y Luz espejeante.

Para cerrar, aparecen notas breves de:
Sergio Loo, sobre Escenas sagradas del Oriente de José Eugenio Sánchez (Almadía) y Caballos en praderas magentas de Ernesto Lumbreras (Aldus);
Jorge Mendoza Romero, sobre Libro del errante de Jorge Boccanera (La Cabra);
Atahualpa Espinosa, sobre Crónica de una década de Odysseas Elytis (Ediciones Sin Nombre);
Paulette Jonguitud Acosta, sobre La casa de cartón de Martín Adán (Textofilia);
Nadia Villafuerte, sobre Mitos, leyendas y cuentos peruanos (Siruela);
Lucía Leonor Enríquez, sobre La tierra de cenizas y diamantes de Eugenio Barba (Escenología);
Mauricio Salvador, sobre Literatura y derecho. Ante la ley, de Claudio Magris (Sexto Piso);
y elgeney, sobre Del crepúsculo de los clérigos de Armando González Torres (Terracota).

El índice completo, aquí.

martes, diciembre 08, 2009

Rodolfo Obregón escribe sobre el montaje de Iluminaciones

Dejo aquí un enlace al texto de Rodolfo Obregón sobre el montaje de Iluminaciones, obra de Hugo Alfredo Hinojosa, realizado por Alonso Barrera: aquí.

Seligson sobre mi libro de ensayos

Mi admirada Esther Seligson se ha vuelto loca. No de otra forma se puede interpretar el hecho de que acaba de publicar un texto sobre mi libro de ensayos El sueño no es un refugio sino un arma. Su escrito se llama «El arte del ensayo» y apareció en el número de este diciembre en la Revista de la Universidad de México.



El arte del ensayo
Esther Seligson

Geney Beltrán Félix (Culiacán, Sinaloa, 1976) pertenece a una de las más sobresalientes generaciones de jóvenes creadores mexicanos (Nadia Villafuerte, narradora; Paola Velasco, ensayista; Hugo Alfredo Hinojosa, dramaturgo y cineasta; Mijail Lamas, poeta; Vicente Alfonso, novelista) del interior de la República. Novelista, cuentista, crítico, fue editor de literatura del FCE, becario por dos años consecutivos de la Fundación para las Letras Mexicanas, publicó en 2003 el libro de ensayos El biógrafo de su lector (Premio Nacional José Vasconcelos), su libro de relatos Habla de lo que sabes está por aparecer en la Editorial Jus, tiene una novela aún inédita, y colabora en las más importantes —y escasas— revistas literarias de nuestro país. Con el apoyo de Coinversiones del Conaculta ha fundado Páramo Ediciones. Su más reciente libro de ensayos, El sueño no es un refugio sino un arma, acaba de ver la luz en los Textos de Difusión Cultural de la UNAM.
Si como narrador Beltrán Félix es dueño de un estilo severo por directo y claro, directo por neto y sin concesiones estilísticas, neto por darle a las palabras el peso de su más pura esencia; como ensayista estas virtudes —severidad, exactitud y claridad— se acentúan enriquecidas por una ironía nada exenta de “crueldad” en la mirada con que enfoca el fenómeno de La Cultura en la actualidad de unas circunstancias que han desvirtuado hasta la más completa banalización todo concepto, contenido y sentido justamente de la cultura, con y sin mayúsculas. Y en tanto devorador de libros, GBF es un agudo lector curioso ávido de Conocimiento (no únicamente de la información actualizada que requiere un crítico), de encuentros insospechados, y seducciones imprevistas.
El sueño no es un refugio sino un arma, título tomado de un verso del poeta peruano Emilio Adolfo Westphalen, constan de 25 ensayos que reflexionan sobre el ensayo y la reflexión (no juego con las palabras, aunque no dejo de guiñarle un ojo al espíritu lúdico subyacente en el libro), la necesidad de una nueva crítica literaria (venturosamente para las artes dentro de cada generación aparece un selecto grupo con esa “inevitable compulsión a expresarse” que lo caracteriza como si antes de él y después de él no existiese más que el Diluvio), la urgencia del rescate de la tradición humanística, de la escritura como agente de transformación personal y social; otros ensayos revaloran presencias literarias “de culto” como Nellie Campobello, Francisco Tario, Efrén Hernández; otros más buscan calar con nueva mirada en las escrituras de Salvador Elizondo, Sergio Pitol, del médico Francisco González Crussí, la dramaturgia de Óscar Liera, sin desdeñar un vistazo hacia la más reciente escritura de provincia, Élmer Mendoza, César López Cuadras, Nadia Villafuerte.
El sueño no es un refugio sino un arma trata, pues, del “retrato intelectual” tanto de su autor como de quienes lo leemos, interlocutores ideales por cuanto nos sitúa en el aquí y ahora del acontecer cultural artístico de nuestro mundo globalizado. A fin de cuentas, en efecto, de lo que es cuestión en un ensayo es de dar testimonio del momento en que vivimos y su entorno histórico específico.
La eterna pregunta “por qué, para qué, para quién escribo”, no tiene hoy como antaño más que una respuesta: se escribe de cara a “Dios” —a ese “trasfondo mítico de toda aventura humana”—, para dialogar con el único Interlocutor posible: la propia palabra, la propia condición humana y, a partir de ahí, con nuestros semejantes, con el Otro (que no soy yo mismo). En esta nuestra época de desencanto y cinismo, de desazón y rabia, Beltrán Félix le exige al escritor (y hace una tajante distinción entre el “escritor artista” y el “escribidor”) un claro compromiso moral ineludible con “lo ético literario”, un imperativo de autenticidad, de honestidad con la Palabra y de ésta con la Escritura: prohibido poner la literatura al servicio de la época (y no insistamos en cómo “la época” ha adelgazado a la palabra a niveles de anorexia pandémica).
Sin embargo, GBF no es un idealista al estilo de la bohemia decimonónica (y que aún subsiste entre los reciclados de 1968), pues acepta que el artista que hoy en día “se muere de hambre” ya no existe. Ahora bien, que El Arte no ha cambiado al mundo es una verdad de Perogrullo. Tampoco la política o la religión lo han hecho (tal vez lo único evidente hoy sea el “cambio climático”), lo cual no obsta para continuar reflexionando, escribiendo, danzando, haciendo música, teatro: creando y recreando, en suma, “ante la falla del mundo”.
Cambiar, no; trastocar, sí. Pues para Beltrán Félix “la escritura es un incendio íntimo del que no es factible salir intacto” (como en El sacrificio de Tarkovski, se me ocurre la asociación), de ahí que a través de la perspectiva interna del escritor sea posible trastocar la visión del mundo del lector y renovarla de manera profunda y auténticamente personal. Bajo el lema “escribir trastoca el mundo” a través y gracias a la lectura, y a la relectura (de los clásicos como base incontrovertible), el ensayista pretende alterar, confundir, la comodidad, el acomodamiento, lo acomodaticio de nuestra actitud de lectores frente al Libro (no en balde GBF es un afanoso lector de George Steiner, por mencionar sólo al crítico más “popular” de entre los muchos que cita en el bagaje de sus nada diletantes lecturas), sin hacerse concesiones a sí mismo al sancionar los vicios de su presente en tanto crítico, ensayista y narrador, el presente de nuestras Letras contemporáneas, las suyas, y del gusto y preferencias de sus lectores.
Pero, “trastocar la idea que el lector tiene del mundo”, ¿no es una utopía? Justamente. Y en eso consiste el compromiso moral que se le pide al escritor artista, al arte. Beltrán Félix no cae en el regodeo de lapidar a la contemporaneidad falaz del best-seller (¿a qué redundar en lo tan obvio?), a la facilidad del consumismo de entretenimiento y enajenación. Señala lo que hay que señalar y pasa a lo sustancial: a buen entendedor pocas palabras. Esa insistencia en “un principio ético de la escritura” busca instaurar al diálogo como desafío al pensamiento pasivo y conformista, subvirtiéndolo. No obstante, y en ello radica la lucidez del ensayista, no me está pidiendo a mí como lector que esté necesariamente de acuerdo con él, de hecho no me pide nada más (ni nada menos) que reflexionar por mi cuenta, un detenerme introspectivo para considerar y reconsiderar, para rumiar y digerir, para ensayar (gustar, catar, saborear, son algunos de los sinónimos que propone Martín Alonso en su añeja e insustituible Ciencias del lenguaje y arte del estilo), analizar mis propias incertidumbres culturales, políticas, sociales, morales.
Independiente y alejado de las “redes de poder” (¿existen?, ¡vaya ingenuidad!) dentro del medio literario, Geney Beltrán Félix cuenta con la soltura necesaria para decir lo que piensa desde su muy personal criterio (¿y acaso existe otra forma que pensar que no sea personal?) y compromiso único con la Palabra, con la letra escrita, con la Literatura, con el Libro, a partir de su propio compromiso de claridad, de autocuestionamiento (“yo profeso la fe de la duda”), de recapitulación autocrítica de su acervo de “bienes culturales”, y decirlo merced al ensayo de crítica literaria (casi casi como una fatal compulsión a expresarse), instrumento que da “luz sobre el fenómeno de la letra en su nexo con el mundo”. Y reconforta que esta generación (algunos de cuyos principales nombres se mencionaron al inicio de este texto y que igual insisten en el principio ético de la escritura), a través de sus voces más lúcidas, recobre, llamémosla así, la visión mítica—¿mística?— que ha sido desde los Orígenes el objetivo de la Palabra: una mirada omniabarcante presente y eterna, antigua y contemporánea, concreta y polisémica, íntima y universal “que proporciona material para nuevas reflexiones”, pues reflexionar es esencialmente transparentar: la coexistencia —por ejemplo entre otros asuntos de trascendencia— de las incompatibilidades, de las incongruencias, las posibilidades de lo irrepresentable, inarticulable, el silencio de los dioses…
Si el papel editorial de las publicaciones de la UNAM, y de cualquier editorial, es el de la difusión, nunca mejor lugar para que este libro, El sueño no es un refugio sino un arma, “ensaye” su poder para trastocar a los estudiantes que lo lean. Es decir: que si leer es la posibilidad de dejar surgir dentro de uno mismo lo extra-ordinario, aboguemos porque el departamento de distribución de la Dirección de Literatura provea a las librerías con el dicho libro y propicie en sus lectores, por mínima que sea, la semilla de un deseable trastocamiento en su manera de ver el mundo de la cultura que nos tocó vivir. Amén…

lunes, diciembre 07, 2009

Enlace sobre El sueño no es un refugio sino un arma

El periódico Milenio, en su edición de hoy, publica un texto crítico de Mary Carmen Sánchez Ambriz sobre mi libro de ensayos El sueño no es un refugio sino un arma. El enlace, aquí.


Esta contradicción que la autora señala entre los ensayos de tono pesimista y el texto final, elogioso del libro de cuentos de una escritora contemporánea, fue una cosa deliberada. Sé, claro, que de nada sirve decirlo fuera del libro, pero contra el desencanto extremo que provoca la contemplación de tanta banalidad ubico el talento de quienes, exigiéndose un compromiso literario igualmente extremo, vienen con obras notables.

Nuevo libro de Enrique Florescano


viernes, diciembre 04, 2009

Dos enlaces

Una entrevista de Ricardo Solís a propósito de Habla de lo que sabes, en La Jornada Jalisco: ir a la página 8 de este enlace: aquí.

Una nota de José Antonio García Sandoval sobre El sueño no es un refugio sino un arma, publicada en cultura.unam: aquí.

jueves, diciembre 03, 2009

La FIL sigue, caramba...

La FIL de Guadalajara sigue... y mi libro de relatos, Habla de lo que sabes, se presentará este sábado 5, a las 4.30 pm, en el Salón Mariano Azuela, con los comentarios despiadados de José Israel Carranza.

miércoles, diciembre 02, 2009

Sobre Evelio Rosero

La revista Nexos de este mes incluye mi texto crítico "El miedo a volverse animal", sobre la novela Los almuerzos, del autor colombiano Evelio Rosero.



El miedo a volverse animal
Geney Beltrán Félix

Evelio Rosero, Los almuerzos. Tusquets, Barcelona-México, 2009. 136 pp. Andanzas, 669.

Los ejércitos (2007), su novena novela, lo dio a conocer fuera de su país como una revelación extraordinaria. En esas páginas (un relato de guerra), el autor, nombre ya identificado de la ficción colombiana más inmediata, daba cuenta de una variación particular del lenguaje radicado en la narrativa hispanoamericana, franja literaria que por lo demás ha esgrimido tantas audacias en la apropiación mestiza de esa lengua que llegó con el imperio para mutar en el signo común, con todo y sus muchos rostros locales, de casi todo un continente. Sin caer en la indeterminación ni en lo incomprensible, la sintaxis y el fraseo de Los ejércitos trasplantaban a la voz de Ismael, su viejo narrador y principal personaje, el miedo descendido a la psique (y a la de todo un pueblo) por la violencia de la guerrilla y los secuestros. De tan contundente el decir violentado de ese narrador, Evelio Rosero (Bogotá, 1958) dejaba intuida una lección: difícil hallar una trasgresión estilística más radical que aquella que surge, hendida por la dislocación interior de las emociones, de la misma carne de la realidad, en ese caso, del perseverado recuento de una víctima como las muchas que ha dejado a su paso el caos de la guerra interminable.
De ahí saldría la fuerza plástica de este lenguaje literario. Estamos tratando con un estilista muy escasamente correcto, pues noción y ambición de estilo, claro que las tiene, pero es la suya una escritura sintácticamente móvil e desazonada, de una impropiedad elegante e irónica y un talante incluso pérfido a la hora de operar con imágenes poéticas, elementos todos que logran concretarle una independencia, a veces ominosa, a la presencia de los objetos, a los gestos y rasgos de los personajes, a los lugares. Mucho de lo que se advierte también, magistral, en Los almuerzos (2001).
Ésta, séptima novela de Rosero y ahora reeditada, narra el final de un día en la vida de Tancredo, acólito en una parroquia bogotana a quien lo acompaña, cual si se tratara de la etimología física de su mismo respirar, una joroba. Esbozado con gran adultez estilística y dominio en la construcción caracterológica, este microcosmos ficcional, visto desde la perspectiva de Tancredo —un viejo sacerdote, el abusivo sacristán y su ahijada, las tres cocineras de siempre sufridas—, se ve trastocado por el arribo (una noche tan lluviosa y turbulenta como el lenguaje de varias partes del libro) del cura Matamoros, un misacantano de estirpe dionisiaca que con su voz de evasión ensoñada y ésa su gozosa tendencia a la bebida desata y poco menos que justifica los deseos de venganza de los explotados subalternos.
Los almuerzos no sólo tiene el tino de refrescar el abandonado tema de la vida religiosa (con una malicia que no avergonzaría a Singer), sino también de crear un personaje como ese jorobado de (más allá de su simplicidad engañosa) tan consistente densidad interior. Los elementos recurridos en el dibujo de Tancredo son varios: el miedo a convertirse en un animal, el deseo y rechazo del cuerpo femenino, la apenas entrevista resmungación contra el cura y el disgusto abierto del sacristán, su propensión ingenua por los estudios, etcétera. Rosero deja ver así vigente la exigencia nabokoviana de hacer vecinos estilo y personaje, en una operación fabuladora que reivindica al lenguaje narrativo como una penetrante arma de estudio de los temperamentos, es decir, un artefacto expresivo capaz de definir apariciones de lo vivencial mediante la traslación al mismo orbe de lo sintáctico de los conflictos producidos por un nudo de estímulos, apetencias y percepciones, lo que da como resultado una prosa que en su volcánico narrar parecería tener miedo, como le ocurre al mismo personaje, de volverse un animal balbuceo, una pura ofuscación gutural de movedizas modulaciones.
Llegados a este punto, podríamos cerrar con lo más fácil. De preguntarnos: “¿qué le falta a las novelas de Rosero?”, no habría un espacio grande (digo) para enlistarle achaques numerosos. Pues gracias a sus varios y audaces recursos fabuladores, en esa confluencia venturosa de la dicción y lo por ella construido, Evelio Rosero se advierte como uno de los profundos y contundentes novelistas de la lengua, ya de inclusión merecida en la nómina más escrupulosa de la ficción contemporánea.

lunes, noviembre 30, 2009

Si andas por la FIL de Guadalajara

Habla de lo que sabes, mi libro de relatos, se encuentra en el stand de Editorial Jus (E16, entre Novelistas y Poetas), y en el stand de Forca Noroeste (L40, también entre Novelistas y Poetas). El sueño no es un refugio sino un arma, mi libro de ensayos, se vende en el stand de la UNAM (H9, en la esquina de Avenida Poetas).

En la FIL, hoy

Hoy, a las 6 pm, se presentan los libros colectivos Conservadurismo y derechas en la historia de México (coordinado por Érika Pani) y La música en México. Panorama del siglo XX (coordinado por Aurelio Tello), de la colección Biblioteca Mexicana, de Conaculta-FCE. Presenta Enrique Florescano. Esto será en el Salón B del Área Internacional, de la FIL de Guadalajara.

jueves, noviembre 26, 2009

El martes crítico

Este martes primero de diciembre, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, participaré, con Christopher Domínguez Michael y Rafael Lemus, en la mesa redonda El estado de la crítica literaria en México, organizada por la revista Letras Libres. Presenta Enrique Krauze. La mesa será a las 6 de la tarde, en el Salón 4 de la Expo.

A Xalapa


Mañana viernes prosigue el taller de ensayo literario que imparto en Xalapa, en la Facultad de Letras de la Universidad Veracruzana. Viernes de 4 a 7 y sábado de 10 a 2, en el F12. En la foto, la cerveza que habrá que probar: creación de César Silva Márquez.

viernes, noviembre 20, 2009

Habla de lo que sabes en Jalisco

Habla de lo que sabes, mi primer libro de relatos, se presentará en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (Jalisco), el sábado 5 de diciembre, a las 4.30 pm, en el Salón Mariano Azuela. Me acompañará José Israel Carranza.

Anoche soñé que volaba

La revista Crítica, en su número 135 (de noviembre-diciembre), publica mi relato «Anoche soñé que volaba». Esto me ha causado mucho gusto: la revista es muy bella y está dirigida con particular tino por Armando Pinto y Julio Eutiquio Sarabia.


Aquí, un párrafo del relato:

Cuando el auto se aleja con Elisa, Joaquín vuelve la mirada hacia Natalio y se ríe porque ya lo va viendo más abajo, ya pequeño. La del hombre es una cara pasmada que mira a Joaquín hacia el aire, cada vez a más altura, y Joaquín alcanza a distinguir de nueva cuenta el auto, más chico, el aire sopla en torno suyo, y él ve el techo de la residencia Salvatierra Miller, y ya después se ven albercas, y canchas de tenis, podadoras, autos, de menor tamaño todo. A la derecha está Superama: hay gente afuera, dos patrullas, una ambulancia que parte por Iglesia hacia la clínica de Río Magdalena ahí bien cerca, hubieran mejor ido a pie por el cadáver, ¡a ver de qué les sirve ahora ese güerito!, denle sus pinches vísceras podridas a tanto pobre perro muerto de hambre, ¿a quién le servirán?... Y mientras cada cosa se hace más nimia y él se siente ligerísimo, ve con alegría el sol ponerse como un candado ígneo sobre la Ciudad, todo tiene contornos, todo es real y vive y vibra y brilla y su cuerpo se va disipando y se vuelve polvo, bruma, nada, sólo aire anochecido sobre la Ciudad, esta bella y agria Ciudad sin remedio.

martes, noviembre 17, 2009

Iluminaciones en Culiacán

La obra Iluminaciones, escrita por Hugo Alfredo Hinojosa y dirigida por Alonso Barrera con el grupo La Fábrica, de Querétaro, se presentará este sábado 21, a las 6 y a las 8 pm, en el Teatro Socorro Astol (Paliza y Buelna, Centro), de Culiacán, Sinaloa.

Teatro emergente

sábado, noviembre 14, 2009

Sobre el libro de ensayos

El suplemento Laberinto, del periódico Milenio, publicó en su edición de hace una semana esta nota sobre mi libro de ensayos El sueño no es un refugio sino un arma:


"Los textos reunidos en este volumen abarcan diversos temas y autores pero el hilo conductor es la lectura. La génesis literaria, la obsesión de los autores, sus cualidades, exageraciones y defectos y, por qué no, la testarudez de quienes acuden a sus obras y no las dejan hasta agotar su contenido. Juan Rulfo, Marina Tsvietáieva, Emilio Adolfo Westphalen, Robert Musil, Claudio Magris, Nellie Campobello, Alejandro Rossi o Graham Greene son sólo algunas de las figuras que transitan por los 24 ensayos que tienen como fin desmantelar el consenso y la uniformidad de los criterios estéticos, las falacias y los lugares comunes de la literatura de masas y sus héroes transitorios, a través de un recorrido histórico y temperamental por las encuadernaciones y las estanterías sobrepobladas de nombres, temas, géneros y dimensiones."

El enlace, aquí.

jueves, noviembre 12, 2009

En Los Mochis


El próximo lunes 16 estaré en la Feria del Libro de Los Mochis. Habrá dos presentaciones: a las 11:00 y a las 6:00 de la tarde. Ahí hablaré sobre El sueño no es un refugio sino un arma y Habla de lo que sabes, y sobre Páramo Ediciones, de todo por el mismo precio.

miércoles, noviembre 11, 2009

Sobre Liera

Este sábado 14 empieza la XXX Muestra Nacional de Teatro, en Culiacán, Sinaloa. El viernes 13 habrá un coloquio sobre su obra, en que participaré leyendo un texto crítico. El coloquio empieza a las 4 de la tarde y tendrá lugar en el Archivo Histórico General (Antonio Rosales 256 poniente, entre Morelos y Rubí). Ahí nos vemos.

Click en la imagen

lunes, noviembre 09, 2009

Los perseguidos en La Nave

La revista La Nave, en su primer número (julio-septiembre de 2009), incluye mi relato «Los perseguidos». Esta bellamente ilustrada revista, nacida en Xalapa, es dirigida por Rodolfo Mendoza Rosendo y tiene como consejero editorial (esto es para dar envidia, claro) a Sergio Pitol.


Aquí un párrafo del relato:

Mientras él proseguía en su contemplación, me quedé pensando en el interés de Moreno Flores por el destino de Porfirio. ¿Qué indicaciones eran ésas? Creo recordar que me dije: «No entiendo». Me sentí estremecido, feliz. Porfirio se sentó a mi lado y me habló: pasó su brazo de púber por mi espalda y acurrucó su cabeza, tan menuda, sobre mis piernas. Su largo cabello rubio, su melena me hacía sentir dichoso. Me llegó el significado de este regocijo. Sin temer otras retaliaciones, descubrí la manera de arrancarlo de la turbia arena en que boqueaba. Como si me rebelase ante otra voz, me decidí a borrarle el miedo.

miércoles, noviembre 04, 2009

Habla de lo que sabes

El primer libro de relatos lleva por título Habla de lo que sabes.
Si salió ayer de la imprenta, significa que es Escorpión. Y en efecto, es un libro muy escorpiónico. Sale con el sello editorial de Jus y el ISC.
Aquí dejo el texto de contraportada:

Habla de lo que sabes se titula el esperado primer libro de narrativa de Beltrán Félix, uno de los más brillantes ensayistas mexicanos de la nueva generación. Estas historias escarban de forma perturbadora en los conflictos de la paternidad, la vejez, las frustraciones de la juventud, la creación artística y el desamor, en el marco de una Ciudad que insiste en revelarse como un agresivo espejismo. Con un estilo dotado de visceralidad y fuerza, el autor desarrolla una incisiva introspección dramática de la rabia, el miedo y el delirio, ejes de la violencia interior de nuestros días. En un tiempo de narrativas complacientes, Habla de lo que sabes se manifiesta como un desafío vehemente de la imaginación en resistencia: una ficción que se exige ser la expresión profunda de su época.

Hondonada

El nuevo número, y cuarto, de la revista los perros del alba, editada por Anuar Jalife y David Ortiz Celestino, incluye, entre muchos otros materiales de mayor interés, mi relato «Hondonada». Aquí, unas líneas:

Doblaba calle tras calle y los peatones que le salían al paso se deslizaban con la mirada reconcentrada o el gesto huraño, llenos de prisa o reconcomio, de modo que nunca se animó a pedirle a nadie que lo orientara en su búsqueda de Hondonada. Aquí y allá se fue encontrando algunos perros, además de automóviles estacionados, puertas y rejas inmutables. Por un momento, creyó ver cómo una silueta gorda —¡Montivont es gordo!— se escabullía en una esquina. Corrió para alcanzarlo pero le nació un dolor en el costado. Era el café, supuso. Cortó sus pasos, respiró mientras arqueaba el cuerpo; se sentó en el borde de la banqueta. No le gustaba nada todo esto. Se levantó. ¿Había pagado el café?, se dijo entonces, al tiempo que se daba una palmada en la frente. ¡Qué vergüenza! ¡Qué habrá pensado esa muchacha! Sacó la cartera, vio sus billetes. Tengo que regresar y.
Pronto olvidó eso también.

martes, noviembre 03, 2009

La insuficiencia de quien delira

La revista Letras Libres de este mes publica un mi texto crítico sobre la novela Los puentes de Königsberg de David Toscana. Aquí dos párrafos del texto:

En su ir y venir entre distintos planos narrativos, Los puentes de Königsberg dejaría ver que el desquiciamiento (ese escapismo que finge una realización ritual) esconde una verdad novelística. Ésta consistiría en lo siguiente: la realidad decepciona; la ficción entusiasma porque, aunque inútil para reparar los desaguisados de aquella, al hacer patente la naturaleza reiterable de todo hecho, termina por hacer factible la identidad de tiempos y lugares. No es sólo un juego lingüístico: Königsberg (temporal, insuficientemente) es Monterrey.
Un tema de Toscana es la violencia sexual: en la extraordinaria Duelo por Miguel Pruneda (2002) y en El último lector (2005), sus personajes se inmiscuyen en una elucubración, entre morbosa y compasiva, sobre el destino de niñas desaparecidas y muertas. En esta nueva obra, Floro y Blasco fabulan sobre el secuestro de seis chicas adolescentes, forzadas para el quizá deleite de políticos pedófilos, mientras un alumno y su maestra ven las calles y puentes de la ciudad alemana usurpar el trazado urbano de la capital norteña. En otra manifestación de la sensibilidad catastrofista de nuestro tiempo, esta Königsberg americana sufre la destrucción europea de 1945, y lo que sigue: “La guerra ha terminado... Nadie diga que escuchó un grito de mujer. Dejen que ellas paguen la derrota de sus hombres”. Este desborde igualitario de la violencia en Prusia y Nuevo León admite entonces una lectura de índole moral. Es ésta: los lugares y hechos pueden repetirse; las personas no.

lunes, octubre 26, 2009

Cicatrices, el gran regreso de Esther Seligson a la ficción


Páramo Ediciones despierta de tan difíciles circunstancias recientemente, publicando Cicatrices, el nuevo libro de relatos de la extraordinaria escritora Esther Seligson. Aquí va el texto de la contraportada:


Es una autora de culto poseedora de una voz de plurales registros: ha recorrido las páginas de la novela, el cuento, el ensayo, la poesía, la crítica teatral y la traducción. Mediante la reescritura introspectiva del mito y la historia antigua y el trazo memorioso de las ciudades íntimas, ha hecho de su personalísima escritura un despliegue de exigencia formal y profunda sabiduría vital. Desde su primer libro, publicado en 1969, ha distinguido su prosa narrativa con una rica y matizada exploración de lo sensorial, lo onírico, lo emotivo: el envés de la existencia diaria, la huella secreta de los hechos.
Es una estilista mayor de la prosa en lengua española. Con Cicatrices, su nuevo libro de relatos, nos hallamos ante un mosaico gozoso e inquietante de sus voces, temas e intuiciones. He aquí, luego de casi una década, el gran regreso de Esther Seligson a la ficción.



Esther Seligson nació en la ciudad de México en 1941. Fue becaria del Centro Mexicano de Escritores. Obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia con la novela Otros son los sueños y el Premio Magda Donato por el libro de relatos Luz de dos. Ha sido miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Su novela La morada en el tiempo es uno de los secretos mejor guardados de la literatura hispanoamericana.

(Fotografía de la autora: Rogelio Cuéllar, por supuesto.)

Sánchez Prado y «El síndrome de Golo»


Querría llamar la atención sobre el ensayo crítico de Ignacio M. Sánchez Prado, «El síndrome de Golo», publicado en el número más reciente (octubre-noviembre) de la revista Tierra Adentro. A partir de la revisión de dos novelas de autores de la nueva generación (Los esclavos, de Alberto Chimal, y Temporada de caza para el león negro, de Tryno Maldonado), Sánchez Prado hace una lectura de ciertas tendencias de la narrativa más reciente en México.
Aquí dejo un párrafo del texto de Sánchez Prado:

"El matrimonio entre cosmopolitismo e institucionalización resultó en la nefasta emergencia de una cámara de ecos que permite a sectores amplios de la literatura mexicana la producción y validación de una escritura excesivamente autorreflexiva que se regodea en su desconexión con el mundo. Por eso la poesía mexicana está llena de metalingüísticas, y la narrativa mexicana llena de novelas y cuentos que portan su desconexión de la realidad como un estandarte. Habitamos una literatura que, en nombre de un cosmopolitismo devenido fundamentalista y una noción miope de literatura-en-sí-misma-y-por-sí-misma, empezó desdeñando el nacionalismo y acabó por renegar de cualquier dejo o rastro del mundo en su estética."

viernes, octubre 23, 2009

Una buena y una mala

Pues la UNAM, mi alma máter, me tenía dos noticias ayer: una buena y una mala. La primera que me dieron fue la segunda (pero aquí no la comentaré, ya se dará en otra ocasión el espacio para la diatriba y la quejumbre). Pasemos entonces a la buena, y es que salió un texto crítico sobre mi libro de ensayos El sueño no es un refugio sino un arma en el número de esta semana de la Gaceta de la Universidad: el autor es Christian Gómez, quien ha incluido ese texto también en el blog En el fastigio.

martes, octubre 20, 2009

Tierra Adentro, 160

El número octubre/noviembre 2009 de la revista Tierra Adentro incluye una sección dedicada al tema de la enfermedad y el arte, y otra dedicada a comentar la obra de Eduardo Lizalde. Además de otros materiales, presenta la sección Fraguas con textos críticos de:

Ignacio M. Sánchez Prado sobre las novelas de Alberto Chimal (Almadía) y Tryno Maldonado (Anagrama);
Silvia A. Peláez sobre las obras teatrales de Luis Santillán, Édgar Chías y Claudia Ríos (Ediciones El Milagro);
Erick Vázquez sobre un tomo de ensayos de Guy Davenport (Libros Magenta);
René López Villamar sobre Vacío perfecto de Stanislaw Lem (Impedimenta);
Jezreel Salazar sobre Irregular de Ingrid Hernández (Tierra Adentro-Cecut);
Jorge Solís Arenazas sobre Humo de incendios lejanos de Eduardo Chirinos (Aldus-UANL).


En la Estantería vienen notas críticas sobre:

Teatro completo de Carlos Olmos (FCE), por Richard Viqueira;
Fiorenza de Thomas Mann (Sexto Piso-Conaculta), por Montserrat Varela;
Rashid 9/11 de Jaime Chabaud (El Milagro-UANL-Conarte), por Hugo Alfredo Hinojosa;
Un drama de caza de Anton Chejov (UV), por Atahualpa Espinosa;
Yo te conozco de Héctor Manjarrez (Era-UNAM, Dirección de Literatura), por Irad Nieto;
Descripción de un brillo azul cobalto de Jorge Esquinca (Pre-Textos), de José Luis Bobadilla;
Pitecántropo de Julio Trujillo (Almadía), por Sergio Loo, y
Los privilegios del olvido de Piedad Bonnett (FCE) por Nadia Escalante-Andrade.

lunes, octubre 05, 2009

Tercera mesa, entrada libre

Este miércoles, a las 8:30 de la noche, será la tercera mesa del ciclo Centenarios, ¿qué celebramos?; que organiza el Teatro El Milagro. Ahí nos vemos.

Hinojosa en la blogósfera

Hugo Alfredo Hinojosa (1977), el dramaturgo autor de los volúmenes Desiertos (2007) y Siglo (2008) y quien recientemente obtuvo el Premio Mancebo del Castillo, ha decidido pasar al lado oscuro y por fin ha abierto un blog. Aquí la dirección.

miércoles, septiembre 30, 2009

Link autopromoviente

Una nota sobre mi libro El sueño no es un refugio sino un arma en el periódico La Jornada del domingo pasado: aquí.

lunes, septiembre 21, 2009

Centenarios, ¿qué celebramos?

El ciclo de mesas de reflexión Centenarios, ¿qué celebramos?, empezará este miércoles 23 a las 20:30 horas con la participación de tres escritores: Silvia Molina, José María Pérez Gay y Juan Villoro. Las mesas continuarán durante cinco semanas, cada miércoles: 30 de septiembre (gestión cultural), 7 (periodismo y cultura), 14 (historia y literatura), 21 (artes) y 28 de octubre (política). El ciclo se realizará en las instalaciones de Ediciones El Milagro, en Milán 24, colonia Juárez. Ahí nos vemos.

La lengua de los muertos

La nueva obra de David Olguín (México, 1963), La lengua de los muertos, es una reflexión poderosa sobre la historia, el mal y la destrucción de sí mismo, que parte del "encuentro imposible" entre el doctor Aureliano Urrutia, ex secretario de Gobernación bajo la dictadura de Victoriano Huerta, y el senador de la república Belisario Domínguez, antes de ser asesinado una noche de octubre de 1913. Como siempre en el caso de Olguín, estamos ante un teatro para espectadores adultos, como diríamos parafraseando a Virginia Woolf al referirse a la edad mental requerida para quienes lean las novelas de George Eliot. En la cumbre de su madurez, Olguín entrega una obra compleja y provocadora en sus cuestionamientos morales, a la vez que demuestra sus amplios poderes de lenguaje.

La lengua de los muertos, dirigida por su autor, corre temporada en el Teatro El Milagro de la ciudad de México (Milán 24, entre Lucerna y General Prim, colonia Juárez), los jueves y viernes a las 9:00 de la noche, los sábados a las 7:00 y los domingos a las 6:00. Actúan Rodolfo Guerrero, Humberto Solórzano y Gerardo Taracena.

martes, septiembre 08, 2009

Malasuerte en Tijuana

Hilario Peña (Mazatlán, 1979) acaba de publicar en Mondadori su nueva novela, Malasuerte en Tijuana, un divertidísimo recorrido picaresco y policial por el noroeste del país, hasta terminar, por supuesto, en la ciudad que aparece en el título. Tengo entendido que mañana miércoles, a las 7 de la noche, en el Centro de Lectura Condesa de la ciudad de México, presentaremos la novela Eduardo Antonio Parra, Hilario y elgeney. Allá nos vemos.

lunes, septiembre 07, 2009

Sara antes del fuego

Este mes aparece mi relato «Sara antes del fuego» en la Revista de la Universidad de México (número 67). La revista incluye de igual forma el relato «Los pequeños paisajes también enseñan a morir», de Nadia Villafuerte.

miércoles, agosto 26, 2009

El sueño no es un refugio sino un arma

Este nuevo libro de ensayos, El sueño no es un refugio sino un arma, que roba su título de un verso de Westphalen, acaba de aparecer publicado en el catálogo de la UNAM, con el sello de la Dirección de Literatura. Pronto, en librerías.

jueves, agosto 20, 2009

En el CEPE

Estas fotografías fueron tomadas por Javier Narváez en el Centro de Enseñanza para Extranjeros de la UNAM, mi alma máter, en la ciudad de México.

martes, agosto 18, 2009

Perdonados en el aire


El programa de radio Letras al Aire, de la revista Luvina de la Universidad de Guadalajara, transmitió la producción de mi relato «Perdonados por quién», texto que originalmente se publicó en el número de verano 2009 de la revista. Aquí está el enlace de la lectura radiofónica.

lunes, agosto 17, 2009

Tierra Adentro, 159

Ya salió el nuevo número de la revista Tierra Adentro, el 159 (agosto-septiembre). Incluye un dossier sobre Jesús Gardea, quien era Cáncer y habría cumplido 70 años a principios de julio. También presenta (la revista, no Gardea) un expediente de crónicas titulado "Ciudades visibles, ciudades invisibles".


El dossier "Literatura, ¿para qué?" reúne textos de Gabriela Torres Olivares, Miguel Tapia Alcaraz, Paola Velasco y Yuri Herrera. Y para cerrar, la sección de crítica, Fraguas, con nuevos e interesantes cambios: textos críticos de
* Christopher Domínguez Michael sobre Los niños de paja, de Bernardo Esquinca;
* Romeo Tello A. sobre El rey siempre está por encima del pueblo, de Daniel Alarcón;
* José Luis Bobadilla sobre ¿Qué edad cumple la luz esta mañana?, de Orlando González Esteva;
* Enrique Padilla sobre Contra los poetas, de Witold Gombrowicz;
* Vidal Medina sobre Ñaque, de José Sanchis Sinisterra;
* Mauricio Salvador sobre La voz del espejo, de Fabienne Bradu y
* Pablo Martínez Lozada sobre Alcina, de Handel.
Además, notas críticas de:
* Sergio Loo sobre Poesía completa de Héctor Viel Temperley y Tríptico del desierto, de Javier Sicilia;
* Mijail Lamas sobre Reliquia, de Pura López Colomé;
* Nadia Villafuerte sobre El volcán, el mezcal, los comisarios, de Malcolm Lowry;
* Atahualpa Espinosa sobre La boca pobre, de Flann O'Brien y El cuerpo de Giulia-no, de Jorge Eduardo Eielson; y
* Carmen Cordero sobre La poesía del universo, de Robert Osserman.

viernes, agosto 14, 2009

Mariana


Si se divulga que eres una persona dispuesta a escuchar a otros, pronto ya no vas a tener tiempo para escucharte a ti mismo.
Mariana Frenk-Westheim, ...Y mil aventuras, 1992.

jueves, agosto 06, 2009

Amaranta está que no cree en nadie, ¡qué buenaza es!


Amaranta Leyva se consolida como una de las mayores voces de la dramaturgia para niños en lengua española con su nueva obra, El vestido, montada por Marionetas de la Esquina en el Teatro El Galeón de la ciudad de México. Es de veras extraordinaria.

miércoles, julio 29, 2009

Felicidades al dramaturgo


Hugo Alfredo Hinojosa acaba de obtener el Premio Nacional de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo 2009 por su obra Calypso. Hinojosa ha publicado los volúmenes de teatro Desiertos (Tierra Adentro, 2007) y Siglo (El Milagro, 2008). Fue becario de la Fundación para las Letras Mexicanas. Actualmente se escenifica en Querétaro su obra Iluminaciones [0], dirigida por Alonso Barrera. Calypso se publicará en el volumen Teatro de la Gruta IX, editado por Tierra Adentro, y será escenificada en el Centro Cultural Helénico.

martes, julio 28, 2009

Link


Acabo de conocer el blog de Rodrigo Cifuentes, Otherness, que está en esta dirección e incluye muestras de su muy interesante obra.

miércoles, julio 22, 2009

Este lapso de vanidad galopante terminará muy pronto


La fotografía fue tomada por Alberto Tovalín en 2008, y forma parte de la exposición Los Conjurados. 51 escritores mexicanos.

Elgeney pseudochilango



Estas fotografías fueron tomadas por Enrique Méndez de Hoyos, en la sede de la Fundación para las Letras Mexicanas, y una de ellas apareció en la revista Chilango de este mes.