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No he tenido mucho tiempo libre los últimos tiempos (la novela avanza muy bien, y la editorial lanza sus primeros dos libros en abril), pero sí he leído parte del dossier Operación Bolaño que, ideado por Vivian Abenshushan, aparece en el número doble 149-150 de la revista
Tierra Adentro. Jóvenes narradores fueron invitados a ponerle final a algunos relatos inconclusos de
El secreto del mal, del autor chileno. Acabo de leer el de Berenice Vázquez a "El secreto del mal" y creo que da fe de una escritora con un temperamento literario vigoroso: en vez de hacer el pastiche de la veloz prosa bolañiana, Vázquez se destila por la morosidad y la concentración emocional. Al apropiarse con independencia de una historia ajena, Vázquez hace el mayor homenaje posible a un autor: no el dócil seguimiento de un estilo ajeno, si no el riesgo de engarzar su voz propia con el fin de proseguir el interrumpido concierto de un clásico.