Quiero decirlo aquí
porque me dejas solo cuando me acosan los cuernos de caza
porque tiendes aduanas para cada uno de mis pasos
porque mellas el filo a mis cuchillos
y vuelcas en el jardín el petróleo de mi lámpara
Porque me humillo ante mi dios de ateo
y rezo por ti en la soledad de mi merienda
porque hay un templo y clamo por la resurrección
porque te encuentro bajo todas las piedras del desvelo
y tu parte de sábana es la parte oscura de la luna
Porque no falta quien escupa mi mano de huérfano
porque al fin de cuentas nada de esto te importa
y me falta el aire para gritarme «¡Basta ya!»
quise decirlo aquí
Guillermo Fernández, «Quiero decirlo aquí», en La hora y el sitio, en Exutorio. Poesía reunida, 1964-2003.