martes, enero 30, 2007

Vivimos con aquellas minas de Trapalanda en el alma...

Vivimos con aquellas minas de Trapalanda en el alma. El antiguo Conquistador se yergue todavía en su tumba, y dentro de nosotros, mira, muerto, a través de sus sueños frustrados, esa inmensidad promisoria aún, y se le humedecen de emoción nuestros ojos. Somos su tumba y a la vez la piedra de su honda.

Ezequiel Martínez Estrada, Radiografía de la pampa