jueves, septiembre 22, 2011

21 de septiembre de 1991

Ayer se cumplieron 20 años de la muerte de mi padre. No lo recordé. Anduve intranquilo todo el día, desde que fui por mi hijo a su escuela, y comimos juntos con mi amigo Horacio en el Doña Maclovia, luego cuando me despedí de mi hija y de Nadia, y más aún al ir rumbo al aeropuerto, tomar el avión, llegar a Mazatlán: recordé, sí, el temor de morir en un avionazo, como siempre lo siento. Y a mi padre no lo recordé: formas que inventa uno para seguir comiendo de la culpa.