jueves, enero 29, 2009

Lección del gran narrador realista


De lo más disfruto, en esta mi participación editorial en el suplemento Hoja por Hoja, es compartir el entusiasmo por un libro... aunque, claro, en 980 caracteres con espacios. Ejercicio de síntesis crítica, estas notas permiten, cierto, poco lugar al matiz, pero queda el registro pasajero de una efusión, o por lo menos la invitación para, de entre la avalancha de novedades no siempre graciosas que vemos en las librerías, volver los ojos a algunos títulos, algunos autores. Como éste:

En manos de un narrador insuficiente, El cupón falso habría sido insoportable y proselitista: dos adolescentes falsifican un cupón de dos rublos y provocan así, ajenos a toda previsión ética, hechos que acaban con la vida de varias personas. La moraleja —la responsabilidad individual debe estar por encima de los apetitos egoístas— es menos pertinente que la lección literaria del gran narrador realista, quien presenta una galería de personajes secundarios e historias derivadas siempre con pocas líneas, demostrando genial poder fabulador, gran capacidad de observación y una visión matizada del carácter humano. Una nueva traducción de cualquier obra de Tolstói es un anzuelo razonablemente inaplazable para cualquier rusófilo. Y este volumen no decepciona. Incluye una de las muchas obras maestras del autor, Jadzhi Murat, la historia trágica de un líder checheno quien, a mediados del xix, durante la guerra del Cáucaso, se entrega a los rusos para encontrar la muerte.



Jadzhi Murat. El cupón falso, Lev Tolstói, traducción de Víctor Gallego, Madrid, Nórdica, 2008, Otras Latitudes, 301 pp.