Gerardo Bustamante Bermúdez escribe un comentario sobre mi novela Cartas ajenas, en el suplemento La Jornada Semanal de hoy. Aquí unas líneas:
La buhardilla de Marioralio sirve para indagar en las vivencias de otros e incluso completa o fabula sus historias. Este lugar se convierte en el depositario de secretos; destinatarios y remitentes se convierten en su familia, pues el sentimiento de orfandad caracteriza la vida de este personaje. A través de la escritura de los otros, el protagonista ingresa a la intimidad de una gama de personajes grises, seres de la realidad cotidiana, envueltos por peligros, secretos, remordimientos y odios.