El sábado pasado, mi cumpleaños, murió en Culiacán Sara Félix, la madre adoptiva de mi mamá. Mi abuela biológica, María Mariño, murió el 27 de mayo de 1940, al nacer mi madre. Mi nana Sara fue desde entonces la verdadera mamá de mi mamá. Nunca supimos su edad con certeza, su acta de nacimiento se perdió durante la Revolución. Los últimos años empezó a perder la memoria. Cuando viajaba a Culiacán, yo iba a visitarla a El Palmito; en esa colonia había una casa donde ella vivía con una gran cantidad de nietos y bisnietos. Se siente extraño.
Mis hermanos trataron de localizarme durante el fin de semana. Yo andaba en Cuernavaca y mi celular traía la pila descargada, yo había olvidado en el depa el cargador. Por una serie de circunstancias complicadas, no me enteré sino hasta hoy. Se siente raro, la muerte distante.