"¿Cómo podía explicarle a mi mujer que mi bolígrafo era mi pala? ¿Que sólo escribo porque tengo que escribir, porque me llaman cada día con un silbido para que hinque más hondo la pala, toque más sombríamente el violín, más dulcemente a la muerte? ¿Cómo explicarle que no podía concluir mi autoliquidación, mi única misión en la tierra, mientras abrigara en mi interior falsas segundas intenciones, tales como resultado, literatura e incluso éxito?"
Imre Kertész, Kaddish por el hijo no nacido